Este año ha visto la luz un interesantísimo informe sobre el estado de la
traducción en el ámbito euro-mediterráneo. El documento ha sido elaborado por
la asociación Transeuropeennes y la Fundación Anna Lindh, en colaboración con
numerosas instituciones de diversos países, entre las que destacan el Instituto
del Mundo Árabe de París, la revista británica Banipal, la Universidad Saint-Joseph de Beirut, o la Fundación
Rey Abdel-Aziz de Casablanca. En España, la institución colaboradora ha sido la
Escuela de Traductores de Toledo, perteneciente a la Universidad de Castilla la
Mancha.
La idea de elaborar dicho informe surge en 2009, con el objetivo de definir
el estatus de la traducción en la región euro-mediterránea y de promover una
estrategia de traducción a largo plazo.
Tras dos años de trabajo, el documento se publica a mediados de 2012 y sus conclusiones están disponibles
en Internet en sus versiones en árabe, francés e inglés Resulta cuando menos
curioso que, tratándose de un informe sobre la traducción en la región
mediterránea, se haya obviado su traducción a algunas de las lenguas más importantes de los países bañados por dicho mar, como el castellano, el italiano o el turco…
El informe refrenda con datos una obviedad: las desigualdades existentes entre ambas orillas del Mediterráneo en el campo de la traducción. El volumen de obras traducidas
del árabe, el turco o el hebreo en los países europeos es mínimo en comparación con las traducciones de otras lenguas. Las obras traducidas del árabe, por
ejemplo, no superan el 1% del total de traducciones. En la siguiente figura se muestra el total de traducciones del árabe a diversas lenguas europeas en los últimos 20-25 años. Se puede ver que, con la excepción del turco y el francés, no se superan los 500 títulos.
Fuente: A mapping of translation in the Euro-Mediterranean region. Pág. 13.
Sin embargo, los datos procedentes de la otra orilla demuestran una realidad opuesta. Practicamente la totalidad de las obras traducidas al árabe provienen de lenguas europeas. En el caso de Egipto,
el inglés representa un 75% de las obras traducidas y el francés un 10%. Sin embargo, otros
idiomas como el español, el italiano o el alemán apenas representan un 1-2 %.
El informe repasa otros aspectos de interés, como la situación de la traducción en el sector editorial, el estatuto y reconocimiento de los traductores en los distintos países de la región o los programas de formación de traductores. Se menciona también la práctica, por desgracia muy extendida, de usar idiomas intermedios para traducir (por ejemplo, traducir una novela árabe al español a partir de una traducción previa en francés).
En otra entrada, analizaremos con más detalle el capítulo del informe dedicado a la traducción de obras árabes al español y viceversa.
El informe repasa otros aspectos de interés, como la situación de la traducción en el sector editorial, el estatuto y reconocimiento de los traductores en los distintos países de la región o los programas de formación de traductores. Se menciona también la práctica, por desgracia muy extendida, de usar idiomas intermedios para traducir (por ejemplo, traducir una novela árabe al español a partir de una traducción previa en francés).
En otra entrada, analizaremos con más detalle el capítulo del informe dedicado a la traducción de obras árabes al español y viceversa.